Lo han probado antes muchos profesionales y amantes de la fotografía sin mucho éxito. Finalmente ha sido Kathy Keatley Garvey, del Departamento de Entomología de la Universidad de Davis en Californiam, quien ha conseguido capturar el magnífico instante en el que una abeja obrera le pica en el brazo a una persona.
Cualquiera ha podido experimentar alguna vez en su vida la dolorosa sensación que produce la picadura de una abeja. Durante toda su vida, Kathy Keatley Garvey, ha tomado más de un millón de fotos de abejas. La última, la más importante, ha ganado el primer premio en el concurso de la Associaton for Communication Excellence, una organización internacional formada por comunicadores, educadores y técnicos informáticos.
Una vida llena de clicks
Garvey lleva a las abejas en la sangre, según publica el periódico «The Sacaramento Bee». Su padre y su abuelo se han dedicado siempre a criar abejas para polinizar sus huertos. «Estos insectos forma parte de mi familia desde 1850».
La espectacular fotografía, titulada «The Sting», («La picadura»), fue tomada casi por casualidad. La mujer de Vacaville estaba paseando con un amigo, cámara en mano, cuando captó el instante de la picadura.
En la foto se ve cómo la abeja mete el aguijón en el brazo de un hombre, mientras pierde parte de su tejido abdominal. Después de la picadura, el insecto suele morir en 15 o 30 minutos.
El periódico californiano señala que hasta el momento esta increíble secuencia solo se podía visualizar en ilustraciones de libros de texto.
I.G.P.
Félix Velasco