domingo, 7 de junio de 2015

El primer telescopio


Primer teleobjetívo del mundo, 1900.
Félix Velasco

El primer disco duro


Un operario carga el primer disco duro de la historia, (cuya capacidad era de 5 Mb) en un avión de PanAm, 1965.
Félix Velasco

Beatles en Aldershot


Los Beatlles tocan ante un público de 18 personas en un pequeño club de Aldershot (Inglaterrra). Se volvieron famosos al cabo de año y medio. 
Félix Velasco

Traslado edificio



Operación para trasladar un edificio residencial de 7600 toneladas para dar paso a un bulevár en Alba Iulia, Rumania. 
Félix Velasco

Freddie Mercury

Corre el año 1947 en la colonia británica de Zanzibar, en la costa oriental de África. Una agotada niñera posa al lado de Farrokh Bulsara, el niño al que cuida. Un cuarto de siglo más tarde este niño será conocido con el seudónimo de Freddie Mercury.
Félix Velasco

sábado, 2 de mayo de 2015

Titán, la grúa de Hitler en Panamá

Titán, la grúa de Hitler que acabó en el Canal de Panamá
La pequeña esvástica que la grúa Titán tiene grabada en una de sus anclas desvela el pasado nazi de esta máquina flotante, que fue construida para reparar barcos durante la Segunda Guerra Mundial en Alemania y que, por razones del destino, acabó operando en el Canal de Panamá.
"Es la grúa más grande en la historia del Canal", reconoció a Efe el capitán de la nave, Braulio Girón, sentado frente a la mesa de su despacho que se ubica en la misma grúa.
Pero, ¿cómo llega esta mole de metal al país centroamericano?
Hitler mandó construir a principios de la Segunda Guerra Mundial 4 grúas flotantes de enormes dimensiones, que superaban en potencia a la maquinaria enemiga pero derrotado el nazismo, los aliados se repartieron un botín de guerra que incluía estas 4 "joyas del Tercer Reich".
Estados Unidos se quedó con la grúa Titán, la única que parece que sigue funcionando más de 70 años después de ser construida.
Titán, una auténtica "diosa mecánica", vivió una larga temporada en el astillero militar de Long Beach, en California, Estados Unidos, pero el 19 de septiembre de 1999 la Armada estadounidense se la llevó a Panamá, pocos meses antes de que el Canal pasase definitivamente a manos panameñas.
Desde entonces, este amasijo de hierro e historia, que pesa 5.000 toneladas y mide 112 metros de altura, se eleva imponente sobre el Canal y la selva del país istmeño.
"Yo te aseguro que tú compras ahora una grúa nueva y no te va a durar tanto. Es impresionante cómo construían los nazis", apuntó el capitán Girón.
"La tecnología alemana sigue siendo todavía puntera", matizó el jefe de máquinas de la grúa, Benny Cortés.
Pintada de rojo y blanco, Titán sale a operar al menos una vez a la semana. Los días que libra, descansa anclada a orillas del Canal, en la División de Dragados del área de Gamboa, un zona de selva a unos 30 kilómetros al norte de la capital.
La Administración del Canal de Panamá (ACP) calcula que un día de trabajo de la máquina supone un gasto medio de 1.900 dólares, entre combustible, mantenimiento y sueldo de los 24 trabajadores que la operan.
Es la única grúa de todo el Canal capaz de alzar un peso de hasta 350 toneladas. Su labor consiste principalmente en llevar a tierra los botes y los remolques, que operan en la vía marítima guiando a los grandes barcos, para que sean reparados. En alguna ocasión, también ha transportado las pesadas compuertas de las esclusas.
De hecho, su primer trabajo nada más llegar a Panamá en 1999 fue colocar dos compuertas en la cámara oeste de las Esclusas de Miraflores, que son las más cercanas al océano Pacífico y a la capital panameña.
Ahora, y después de haber sobrevivido a las bombas de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial, el principal enemigo de esta grúa sexagenaria es el moho, provocado por la elevada humedad tropical, que le oxida parte de su estructura.
"Yo me opuse a que la trajeran. Necesitaba demasiado mantenimiento. No está fabricada para trabajar en un país como éste con tanta agua y tanta humedad. Cada arreglo son 2 millones de dólares como mínimo", comentó el capitán Girón, que lleva al frente de la grúa 16 años.
Aún así, la Autoridad del Canal de Panamá quiere extenderle la vida 10 años más porque es más económico "coser los descosidos" y arreglar las averías, que comprar una nueva máquina de las mismas características.
"Grúas como ésta cuestan ahora mismo en el mercado entre 50 y 60 millones de dólares", reconoció el capitán.
Titán, que es una especie de museo flotante, ha despertado la curiosidad de importantes canales de televisión, como Discovery Channel o National Geographic, que le han dedicado reportajes y documentales.
La mayor parte de su estructura sigue siendo original e incluso conserva motores y generadores de la compañía alemana Siemens-Schuckert, y hasta cuenta con un fantasma al que los trabajadores llaman "El Alemán" y que sale por la noche.
"El Alemán te agarra y te habla por la espalda. Su presencia se siente por todos los lados", explicó convencido el aceitador Arturo Moreno, que confesó sentir "miedo" cuando se queda solo de guardia.

María M. Mur.
Félix Velasco - Blog

viernes, 1 de mayo de 2015

titanic
 
Roy O. y Walt Disney en el día que abrieron Disney Studios. La incursión de Walt Disney en el mundo de las películas comienza en el año 1937, llevándose a una selección de especialistas animadores de la división de cortometrajes que anteriormente había sido el conjunto de Walt Disney Productions, cuyo resultado fue Blancanieves y los siete enanitos, la primera película de animación en inglés y en tecnicolor. Blancanieves se convirtió en un éxito sin precedentes cuando se estrenó en los teatros en febrero de 1938 y ésta, junto con muchas de las producciones cinematográficas posteriores se convirtieron en clásicos del cine. Estas primeras películas se presentaron como rodadas en 'tecnicolor multiplano’, ya que ambos, la cámara multiplano y el tecnicolor, todavía eran algo nuevo en el área de la animación.

Samurais



guevara
Foto de auténticos samurais tomada entre 1860 y 1880 .

domingo, 26 de abril de 2015

Picasso, Joselito y Guernica

La Revista Humanitas ha publicado un artículo tomado del libro “Le Cosse della vita” de Messori, enel que narra el origen del cuadro "Guernica".
Cito el artículo del escritor italiano Vittorio Messori: “Como buen español, Pablo Ruiz Blasco y Picaso amaba las corridas. La muerte del famoso torero Joselito, uno de sus predilectos, le causó por consiguiente gran aflicción, y para celebrar su memoria se puso a trabajar en una enorme tela de ocho metros por tres y medio, que llenó de figuras de expresión trágica y colores tristes.
Era, en todo caso, el año 1937. En España, la guerra civil estaba en pleno furor, y el gobierno anarcosocialmonunista se dirigió a Picasso encargándole un cuadro para el pabellón republicano, en la Exposición Universal programada para el año siguiente en Paris.
Picasso (que llegaría ser, no por azar, uno de los artistas más ricos de la historia) tuvo una idea genial: hizo algunas modificaciones en la tela del torero, la rebautizó con el nombre de Guernica (la ciudad vasca bombardeada por la aviación alemana e italiana) y la vendió al gobierno “popular” en la módica suma de 300.000 pesetas de esa época, algo así como un millón y medio de euros de hoy, que desembolsó Stalin a través del Komintern“
El supuesto “Minotauro” que aparece en el cuadro, no es otra cosa que el toro que mató a Joselito, y el caballo es del picador, destripado en la arena por el mismo animal. El autor del artículo afirma que ese día no hubo mercado.
Afirma el autor que se construyó un verdadero mito ideológico en torno a un hecho histórico, que asimismo es fruto hoy en día de una merecida revisión:
“Guernica constituía un objetivo militar normal… en la ciudad se encontraban dos fábricas importantes de armas livianas y bombas de aviación… punto de cruce caminero y ferroviario para los republicanos que combatían a doce kilómetros de la ciudad, llena de soldado y medios militares..No era en modo alguno la “bucólica aldea sagrada donde mercaderes y lugareños llevaban pacíficamente sus pobres cosas…”
“Ciertamente la ciudad aparece semidestruida en documentos fotográficos y cinematográficos; pero eso ocurrió (como lo demostró una comisión internacional y fue también verificado por el tribunal de Nuremberg que juzgó a los generales nazis) porque los socialcomunistas y los anarquistas, antes de retirarse, rociaron todo cuanto pudieron con bencina y lo incendiaron. No se encontró cráter alguno de una bomba en las ruinas quemadas del centro histórico… los barreneros anarquistas de Asturias hicieron explotar muchos edificios con dinamita para crear obstáculos a la tropas franquistas…“
Más allá de los hechos históricos y de las consideraciones que puedan derivarse es un motivo de reflexión en relación a cómo el arte, la historia, la ciencia, pueden ser objeto de manipulaciones, y de lo que puede haber detrás de la historia de un cuadro.
Félix Velasco