El sargento Frank Praytor cuidando a un gatito de dos semanas en el punto álgido de la Guerra de Corea. Praytor encontró a la gatita «Miss Hap» sirviendo en Corea, en 1952, Praytor estaba destinado en Corea como corresponsal de los marines. Recuerda con detalle el día en que uno de sus compañeros disparó cruelmente a una gata «porque no paraba de maullar»; y su sorpresa al comprobar que bajo el cadáver había dos crías con escasos días de vida. Decidió adoptar una de ellas y llamarla Miss Hap. Su hermana fue acogida por otro soldado, pero no sobrevivió durante demasiado tiempo. Primero con leche mezclada con agua y después con latas de carne, Praytor logró que Miss Hap saliese adelante.
Cuando el sargento recibió permiso para regresar a su país se aseguró de que la gata quedase en buenas manos. Miss Hap vivió en una oficina de información pública; y más adelante con otro militar destinado en Corea, Conrad Fisher. Dice Praytor que pudo verlos juntos en un reportaje del «Chicago Tribune», en el que Fisher declaraba su intención de llevarse con él su mascota cuando volviese a Estados Unidos.
Félix Velasco - Blog