jueves, 27 de diciembre de 2007
El guante de Gilda
Abbey Road
El resto de detalles son más sutiles, pero claramente reveladores. Hay dos claves que son especialmente importantes. La primera es que Paul está fumando… con la mano derecha. Recordemos que Paul McCartney era zurdo mientras que William Campbell, su supuesto sustituto, era diestro, aunque aprendió a tocar el bajo con la mano izquierda para disimular esta “pequeña” diferencia.
Nikolai Yezhov
La Dirección de Prensa soviética se encargó de manipular todas las fotografías de sus dirigentes, a quienes por algún motivo, después de ser fotografiados, fueron considerados traidores al partido.
Nikolai Yezhov, a la derecha de Yósif Stalin en la primer fotografía, alcanzó el punto más alto de su carrera política dentro de la Unión Soviética como Comisario del Pueblo de Asuntos Interiores, un título pomposo para el cargo de Director de la Policía Secreta Soviética, o NKVD, que realizó las terribles purgas estalinistas entre los ciudadanos soviéticos.
En 1938, por su adicción a las drogas y genio irascible, cayó en desgracia y fue destituido de su cargo y designado Comisario del Pueblo para el Transporte del Agua, una señal de Stalin, recordándole a Yezhov que en caso de traicionarlo y revelar algo de la información que conocía, tendría un destino incierto.
En abril de 1939, desapareció sin saberse nunca nada más de él, aunque es seguro que corrió una suerte similar a las cuatro millones de personas cuyo exterminio el mismo había organizado y supervisado.
El hombre que cae
Esta fotografía provocó mucho escándalo en Estados Unidos, donde la gente pedía que no la publicaran, pero dió la vuelta al mundo y se convirtió en un símbolo para el mundo libre frente a Al-Qaeda.
La persona de la foto era Jonathan Briley, de 43 años, ingeniero de sonido.
El Hindenburg en llamas
EL HINDENBURG EN LLAMAS
El LZ 129 Hindenburg y su gemelo LZ 130 Graf Zeppelin II fueron los dos mayores dirigibles construidos. El Hindenburg fue llamado así en honor del Presidente de Alemania, Paul von Hindenburg. El diseño completamente hecho de duraluminio, 245 m. de largo, 41 m. de diámetro, 16 bolsas (14 de hidrógeno y 2 balones de aire) con una capacidad de 200.000 m³ de gas, con un empuje útil de 112,1 t (1.099 MN), gracias a cuatro motores diésel Daimler-Benz de 1.200 CV (890 kW). Alcanzaba una velocidad máxima de 135 km/h.
Tenía capacidad para 50 pasajeros y se aumentó hasta 72 en 1937, con una tripulación de 61 personas. Fue construido con algodón, barnizado con óxido de hierro y acetato-butirato de celulosa impregnado de polvo de aluminio. Fabricado por Luftschiffbau Zeppelin en 1935 con un coste de 500.000 libras, hizo su primer vuelo el 4 de marzo de 1936.
En un primer momento, se pretendió llenar el Hindenburg con helio, pero un embargo del ejército de Estados Unidos sobre este elemento obligó a los alemanes a cambiar el diseño y usar hidrógeno. Gracias a este pequeño incremento de potencia, en el invierno de 1936 se añadió capacidad para 10 cabinas de pasajeros más, nueve de ellas con dos camas, y la última con cuatro.
Durante 1936, en su primer año de uso comercial, el Hindenburg voló 308.323 kilómetros, transportando 2.798 pasajeros y 160 t. de carga y correo. Cruzó 17 veces el Océano Atlántico, 10 de los cuales a EE.UU., y las siete restantes a Brasil. En julio del mismo año, batió un record al cruzar dos veces el oceáno en 5 días, 19 h. y 51 min, con el boxeador Max Schmeling como pasajero, después de ganar a Joe Louis. Se había convertido en el primer servicio de pasajeros entre Europa y Estados Unidos.
El 1 de agosto, durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de Berlín, el dirigible sobrevoló el estadio olímpico momentos antes de la aparición de Adolf Hitler.
El 6 de mayo de 1937, tras haber cruzado el Atlántico, el Hindenburg se acercó a la base de amarre en la Estación Aeronaval de Lakehurst (Nueva Jersey), después de esperar varias horas a que una tormenta permitiera las maniobras de atraque. A las 19:25, mientras el Hindenburg ya había largado los amarres y se acercaba a la torre, se observó a popa un destello de fuego de San Telmo, (chispas de electricidad estática). Se prendió fuego en la parte superior de la popa, extendiéndose por todo el dirigible mientras la estructura caía lentamente sobre los pasajeros que saltaban desde una altura de 15 m. y marinos que ayudaban en las maniobras. Quedó destruido por completo en menos de 40 seg. A pesar de lo impactante del desastre, de las 97 personas que había a bordo sólo 35 murieron, la mayoría de ellas quemadas o aplastadas bajo la estructura. De los 36 pasajeros y 61 personas de la tripulación, 13 y 22 personas murieron, respectivamente. Muchos tripulantes y pasajeros se salvaron por la rotura de los tanques de agua, que cayó sobre ellos.
Tras el desastre Hitler ordenó terminar con la flota de dirigibles comerciales. El veterano LZ-127 Graf Zeppelin fue desguazado, pero el LZ-130 Graf Zeppelin II, fue usado brevemente como plataforma para la investigación secreta de los experimentales sistemas de radar ingleses que resultó infructífera.
El desastre es recordado por la extraordinaria cobertura mediática, a través de películas, fotos, y especialmente, de la narración radiofónica de Herbert Morrison desde el lugar del accidente que no fue difundida hasta el día siguiente. Aun así, se convirtió pronto en una de las más recordadas de la historia, con la memorable expresión "¡Oh, la humanidad!" ("Oh, the humanity!"), que desde entonces quedó ligada al recuerdo del desastre. Estas palabras de Morrison hay que colocarlas en el contexto, el periodista se había referido anteriormente a toda la gente allí presente como "masa de humanidad". Usó la frase cuando vio que el dirigible ardiendo iba a caer sobre aquellas personas.
sábado, 22 de diciembre de 2007
La tentación vive arriba
La película obtuvo un buen resultado positivo en las taquillas, pese a que no fue muy del gusto de la crítica. El N. Y. Times opinaba que "existía un cierto vacío y tedio en la ansiedad sexual del señor Ewell". Time se lamentaba del "escrupuloso lavado" al que había sido sometida la obra teatral original, pese a lo que no escatimaba elogios para alabar a Marilyn Monroe, en una buena interpretación. Variety también habló de ese proceso de "adecentamiento" de la obra teatral, y calificó la película como divertida y taquillera, hecho que desde luego era innegable.
La película está repleta de frases y diálogos muy divertidos, como estos:
"Esto debe ser música clásica. ¡Lo he adivinado porque no cantan!". Marilyn, al escuchar el Concierto para piano nº 2 de Rachmaninov.
"Con los hombres casados siempre es mejor. Pase lo que pase, jamás te pedirán que te cases con ellos". Marilyn hablando con T. Ewell.
"¡Es fantástico!. ¡Un hombre casado, aire acondicionado, champagne y patatas fritas!. ¡Una fiesta maravillosa!". Marilyn hablando con T. Ewell.
"Hay tipos con los pies planos. Otros tienen caspa. Yo tengo imaginación". (T. Ewell).