Gran Bretaña demuestra que está dispuesta a pasar por un ataque con gas, 16 de marzo de 1938.
2.000 voluntarios se pusieron máscaras de gas en Birmingham. La pujanza de su industria también fue su martirio ya que durante la Segunda Guerra Mundial, Birmingham fue la ciudad más bombardeada de las Islas Británicas, no obstante sus sitios más emblemáticos como la Universidad, la Catedral y la Casa del Soho se preservaron intactos.
Estos tres bomberos estaban totalmente equipados, con botas de goma y máscaras anti-gas para el simulacro de una “invasión”.
Félix Velasco
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