Está considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio romano, quienes empezaron a trabajar en la zona en la época del emperador Octavio Augusto.
El profundo relieve de las Médulas tiene su origen en el sistema empleado para la explotación del oro: el ruina montium. El procedimiento debía de ser muy rentable, pues se calcula que los romanos extrajeron de Las Médulas 1.635.000 kilos de oro. El trabajo de ingeniería realizado supuso 240 millones de metros cúbicos de tierra extraídos para el lavado del mineral, y han configurado con el paso del tiempo y la erosión uno de los parajes histórico-arqueológicos con más valor y belleza de España, un paisaje de arenas rojizas (de la época del Terciario), cubierto actualmente de vegetación. Quedan restos de canales, alimentadores, lavaderos (ágoras), canales de desagüe, etc.
Plinio el Viejo en su juventud fue administrador de las minas y habla de 60.000 obreros.
Abandonada la explotación en el siglo III, la vegetación autóctona fue de nuevo adueñándose del lugar: robles, escobas, carqueixas, encinas, castaños y carrascas.
Tiene la denominación de "Parque Cultural". Este entorno fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996, en atención a su interés arqueológico, y Monumento Natural en 2002. En 1997 fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Félix Velasco
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