sábado, 20 de julio de 2013

Alcázar de Segovia

Se alza sobre un cerro en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores. Tan estratégico lugar fue habitado como castro desde tiempos celtibéricos.
Los restos más antiguos hallados son unos sillares de granito similares a los del acueducto romano, lo que hace suponer que en tiempos de la dominación romana de la ciudad ya hubo una fortificación. Sobre los restos de éste, el alcázar fue erigido como fortaleza hispano-árabe.
En la Edad Media, por su seguridad como por la proximidad de zonas de caza, el Alcázar se convirtió en una de las residencias favoritas de los Reyes de Castilla, en especial de Alfonso X El Sabio que demostró hacia Segovia una extrema predilección e hizo del Alcázar una de sus residencias favoritas, hasta los últimos años de su vida, en los que celebró Cortes en esta ciudad que le había permanecido fiel.
Fue habitado muchas veces y llegó a ser uno de los más suntuosos palacios-castillos en el siglo XV. Numerosas veces restaurado y ampliado, desde Alfonso X hasta Felipe II, a este último se debe su aspecto actual, su "silueta" lo hace único entre los castillos españoles.
En el siglo XIV, Segovia fue testigo de combates entre bandos nobiliarios a los que no fue ajeno el Alcázar, obligando el nuevo empleo de la artillería a reforzar sus murallas y ampliar su sistema defensivo.
Algunos de los hechos más importantes que acontecieron en el Alcázar fue que vivió la proclamación de Isabel La Católica como reina de Castilla (1474), de aquí salió en dirección a la iglesia de San Miguel, junto a la Plaza Mayor de Segovia, la boda de Felipe II con Ana de Austria (1570) y el establecimiento del Real Colegio de Artillería por Carlos III (1764).
La distribución del castillo se articula en dos áreas: la exterior, con un patio herreriano, foso, puente levadizo y la torre del homenaje, y las dependencias interiores que incluyen una capilla y varias salas nobles (sala del Trono, de la Galera, de las Piñas, de los Reyes y otras) que pueden visitarse en la actualidad.
Su planta es muy irregular y se adapta al cerro sobre el que se levanta. La Torre del Homenaje es cuadrada con cuatro torreones, estancia cubierta de cañón apuntado y ventanales germinados. Fue levantada siendo rey Juan II y en un principio sirvió de sala de armas.
La dinastía de los Trastámaras levantó el suntuoso conjunto de salones al estilo de los alcázares andaluces, cuya decoración inició la reina Catalina de Láncaster, durante el reinado de su hijo, Juan II, tuvieron lugar en el Alcázar grandes fiestas cortesanas evocadas por el poeta Jorge Manrique.
En el interior, los salones y estancias fueron decorados con gran lujo y belleza por pintores y artistas mudéjares. Actualmente, alberga un Museo de Armas y el Archivo General Militar de Segovia, el archivo histórico más antiguo de las Fuerzas Armadas de España.
El Alcázar contiene una amplia variedad de mobiliario, pinturas, tapices, armaduras, armas blancas y de fuego, artillería antigua y banderas que rememoran su pasado esplendor. Tienen gran interés los aspectos puramente arquitectónicos y decorativos. El recorrido se extiende a lo largo de más de diez salas, además de la Ana de Torore de Juan II y el Patio de Armas. Alberga otras salas dedicadas al Real Colegio de Artillería, mostrando una faceta destacada de la enseñanza, la ciencia y la tecnología de España en el siglo XVIII. Las salas del palacio viejo, de la chimenea, del trono, de la galera, de las piñas, la cámara regia, la sala de los reyes, la del cordón, capilla y sala de armas muestran en su restaurados artesonados, elementos arquitectónicos y fondos todo el esplendor de la fortaleza-palacio.
Destaca la sala de los Reyes que está decorada con un artesonado de hexágonos y rombos dorados y con un curioso friso con 52 imágenes policromadas y sedentes. En la sala del Trono, sobresale la cúpula mudéjar y las yeserías gótico-mudéjares. Sus paredes están recubiertas con terciopelo y con retratos de distintos reyes. La torre del homenaje fue edificada por Juan II en plena transición del románico al gótico. Mide 80 metros de altura y se encuentra decorada con excelentes esgrafiados y doce magníficas torrecillas. Se accede a través de un pasadizo. Destaca la torre de Alfonso X el Sabio, desde la cual el monarca estudiaba el firmamento, y las estupendas salas interiores decoradas con artesonados mudéjares y ricas yeserías.
Por la Torre de Juan II se asciende a través de una estrecha y empinada escalera interior, a las vistas de la ciudad de Segovia que son impresionantes.
En 1931 fue declarado monumento histórico artístico.
Fue una de las inspiraciones para el Castillo de la Cenicienta de Walt Disney.

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